chapter one.

Apenas recién cumplidos los quince años de edad, Hyuck se había convertido en un completo objeto a manos de adultos que sólo reservaban crueldades para él.
Lejos de su familia, de sus amistades... Se le había arrebatado un año de vida, y aquello podía pronunciarse con facilidad en la apariencia del coreano; ojeras que surcaban su descuidado semblante, fisonomía viéndose mucho más delgada y débil, por no hablar de que no había rastro alguno del joven que alguna vez hubo sido. No había rastro de Donghyuck, ni de su inocencia.[...]Se encontraba apresado en un habitáculo casi claustrofóbico, o así resultaba ante los ojos del menor, quien había sido cautivo del terror desde días atrás. Desgastadas paredes que parecían cerrarse más y más, junto con muebles que parecían sufrir las consecuencias del paso del tiempo. Frente a sus asustados y oscuros ojos, un varón de metro ochenta cuya anatomía cerca estaba de doblar la suya, lo observaba sin pudor alguno de arriba abajo.A estas alturas, todos sabrían qué ocurriría a continuación. Y es que se había dedicado a cumplir órdenes desde el primer momento que sus pies pisaron el hotel Dawn, por lo que no le quedaba más remedio que obedecer lo que aquel hombre pudiera reclamarle... Había pagado por estar con él, y la escapatoria se reducía a cenizas tan pronto como aquella puerta de vieja caoba clausuraba ante sus ojos.[...]Un pavoroso y fuerte grito proveniente de la habitación número 023 resonó por el largo pasillo. Parecía emanar de una voz grave y masculina, misma que fue seguida de numerosos insultos."Me cago en la puta... ¡Niñato, ven aquí! ¡Pienso matarte!"Apenas unos instantes después, el adolescente abandonaba el dormitorio con apresurados pasos. Torso desnudo, ceño fruncido y sangre aún fresca decoraba sus comisuras. Además, eran sus pies descalzos los que recorrían el hotel en busca de salida, a una velocidad que provocaba un claro tambaleo en su cuerpo frente a las escasas fuerzas con las que contaba.Acababa de clavar los dientes sobre aquel cliente sin preocuparse en lo más mínimo por las consecuencias.Estaba claro que en cuestión de minutos sería atrapado, pero no podía darlo todo por perdido. A las puertas del edificio, fue uno de los hombres del jefe que fácilmente pudo impedir que escapara, una vez más enfrentándose a un varón cuya complexión era mucho mayor que la suya. Entonces, era el muchacho quien gritaba en pataletas, receloso a aceptar su destino... Acabaría siendo golpeado frente a todos a modo de castigo, y poco después le esperaría encarar al jefe para explicarle lo ocurrido.Todo esfuerzo había sido en vano. Y la reprimenda fue mucho peor de lo que Hyuck pudo haber esperado. Ningún golpe, ningún objeto impactando contra su piel habría sido comparación digna a lo que el jefe pronunció dos días después.[...]"¿Contento, niño? Mírate... Pronto vas a convertirte en el saco oficial del hotel si no empiezas a cambiar tu actitud."Holgadas y desgastadas ropas cubrían el delgado y agotado cuerpo del coreano, que con cabeza gacha avanzaba hacia el escritorio del jefe; le habían traído para informarle, supuestamente, de algo importante.Heridas, hematomas y una reciente fractura en la costilla tras los golpes convertían la acción de avanzar junto a su alterada respiración en suficiente tortura.
Poco pudo hacer cuando tuvo que encarar una fotografía de los cadáveres de sus dos progenitores yacentes en la superficie del suelo. Ojos que se abrían de par en par, pudo sentir a la perfección cómo se hundía por completo ante la desgarradora imagen. Una asfixiante sensación en la que juraba consumirse, y así rodillas se clavaban de súbito contra las baldosas del suelo.Acababan de arrebatarle lo único que verdaderamente le importaba.

chapter two.

Su introducción a Eclipse fue obra de una de las clientas más fieles de Dawn, quien, tras el paso de los años, se había encariñado del muchacho de forma inevitable.Puede que no lograse facilitarle una vida normal a un joven de veinte años, pero quizá un traslado a un burdel de mayor "prestigio" lograse otorgarle unas condiciones mejores a las que se enfrentaba en aquel viejo edificio.Fue así como, en febrero de 2021, Eros fue vendido al tan nombrado Don Wang.Sí, no estaba cerca de la libertad, pero aquel lugar era un completo regalo si se comparaba a lo que había sufrido desde los quince. Sin embargo, el señor Choi, jefe del hostal Dawn, no encontraría diversión alguna en la súbita perdida de su joya más preciada.

chapter three : actualidad.

Su súbita desaparición del hotel le permitiría vivir una cómoda vida por el transcurso de seis meses. Escondido en un apartamento cualquiera de Seúl, Eros lograría disfrutar de seis meses en total calma, lejos del hotel y su rutina, mas no del recuerdo.Acompañado por uno de los clientes más frecuentes, sería considerado un nuevo robo a ojos de Wang, quien, desde un principio, tendría bien sabida sus ubicaciones.No fue hasta principios de mayo que finalmente mandó a sus secuaces al paradero del joven dúo, recordándoles a quienes pertenecían en realidad.